Música: The Legend of Zelda (NES)

Música: The Legend of Zelda (NES)

¡Buenas, zelderos! Luego de ver la información de este artículo acerca de las influencias musicales que se pueden encontrar en el nuevo título de la saga (el esperadísimo The Legend of Zelda: Breath of the Wild), desde Universo Zelda nos han entrado ganas de analizar la música de cada trabajo que compone la franquicia de Nintendo, desde los primeros juegos hasta los últimos. Cada artículo tratará de recopilar toda la información posible acerca de las piezas musicales del juego en cuestión, hablando también sobre las influencias halladas (que no son pocas, seamos sinceros). Dicho esto, comenzamos con el pionero de la saga. ¡Allá vamos!

The legend of Zelda (NES,1986)

ZeldaNES

El primer título de la saga (publicado en 1986 para la NES) sentaría las bases musicales sobre las que se desarrollarían posteriormente los sucesivos juegos de la franquicia: nos encontramos ante una serie de piezas (hablaremos de las más representativas) basadas principalmente en la construcción de una melodía que, a rasgos generales, es alterada ligeramente pero se halla presente en todo momento (esto a nivel de composición se le conoce como ostinato, que consiste en la repetición constante de una serie de notas a lo largo de una pieza).

Antes de pasar a hablar en profundidad de cada una de las canciones que componen la banda sonora del Zelda de NES, preferiría “presentar” (que se noten las comillas, puesto que cualquier aficionado a la saga conoce a esta figura de sobra) al compositor: Koji Kondo.

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Koji Kondo.

Koji Kondo (Nagoya, 1961) es uno de los máximos exponentes de la composición musical dentro del género de los videojuegos, siendo reconocido por ser el artifice de varias melodías que, sin duda, están presentes en el colectivo cultural de nuestra época.

El bueno de Kondo es un todoterreno de la música, y es que, mientras que muchos compositores tienden a estar asociados a un registro determinado, Koji Kondo a lo largo de su carrera ha demostrado una versatilidad impresionante que ya se dejaba entrever desde la época en la que tuvo que aceptar el rol de compositor principal del juego a analizar en cuestión. ¿A qué me refiero con todo esto? Pues a que Koji Kondo es capaz de mezclar bases y melodías de Jazz o de Swing en algunos trabajos (como en la OST de Super Mario World) para luego saltar a un registro más clásico (aunque, siendo sinceros, en este aspecto hay que decir que este músico siempre ha tendido a decantarse por autores algo más contemporáneos, como iremos viendo a lo largo de esta serie de artículos).

En este juego en cuestión, Koji Kondo refleja fielmente su estilo, así como sus influencias musicales (las cuales iremos viendo en función vayan apareciendo a lo largo del análisis). ¡Dicho esto, ahora sí que entramos en el meollo!

Pieza 1: Title Screen

La primera canción con la que nos encontramos nada más empezar el juego. Se trata de la música correspondiente a la pantalla de inicio, que según cuenta Koji Kondo, se realizó en muy poco tiempo: eso se debe a que el compositor sabía lo que hacía, puesto que no es más que una serie de arreglos realizados en base al tema principal (el del overworld, del que hablaremos inmediatamente después).

Cabe destacar el hecho de que la introducción deja clara cuál era la intención de Koji Kondo en este juego: Parece como si la soundtrack fuese un trabajo a gran escala donde este tema correspondería a su obertura. En ese aspecto recuerda al estilo de composición de autores como Georges Bizet, que si bien será recordado para siempre por su repertorio operístico,no habría que olvidar que nos dejó piezas como su Farandola, un tema en el que nos deja caer la melodía luego de 19 segundos en los que parece que se está gestando la resolución del sonido (algo que ocurre de forma similar en la canción de la pantalla de título de The Legend of Zelda).

Pieza 2: Overworld

¿Existe alguna canción más representativa de la saga que esta? Sin duda se trata de uno de los temas más recordados por parte de los seguidores de la franquicia, a la par que uno de los más interesantes a analizar, sobre todo porque sirve para callar a cualquiera que se tome la composición musical en los videojuegos como algo poco trascendental: Si existe una pieza en la que confluya todo el desarrollo compositivo de los autores europeos de finales del siglo XIX e inicios del XX sin duda es esta. Hay más de Maurice Ravel en esta canción que en cualquier otra hecha luego de la muerte del mismo. Más allá de la anécdota de que se iba a emplear el Bolero como tema principal del juego, nos encontramos ante una joya en la que Koji Kondo pone todos sus conocimientos acerca de las estructuras empleadas por autores como el ya citado Ravel o Claude Debussy (acordaos de este nombre, puesto que en los siguientes artículos será un asiduo).

Esta canción se compone esencialmente de tres apartados (es decir, posee un tejido melódico compuesto por tres secciones):

  1. Un tema A, que se trataría del inicio de la pieza. En ella podemos escuchar una sucesión de notas en las que el autor trata de dar paso al grueso melódico.
  2. Un ritornello , que se trata de la parte correspondiente a la melodía, la cual se repite sucesivamente (es básicamente lo que conocemos como la melodía de la canción).
  3. Una coda, que es lo que solemos llamar “final de la canción”. En esta ocasión Kondo ha tratado de moldear la música a un hecho bastante importante: Al tratarse de una canción de un videojuego, esta debe estar estructurada de tal forma que se pueda repetir indefinidamente. Pese a ser una coda, el compositor logra realizarla de tal forma que pueda dar paso al inicio del tema de nuevo.

Sin duda se trata de la pieza clave del juego, una melodía que evoca una sensación de aventuras que concuerda perfectamente con la ambientación del resto de elementos ajenos al apartado musical.

Pieza 3: Dungeon Theme

De todas las canciones que componen esta ost, este tema es quizás el que diste más de las influencias orquestales (por supuesto, quien ya haya leído acerca de la música de Zelda ya sabrá por dónde van los tiros en esta ocasión). Koji Kondo no es sólo un ávido conocedor de la música clásica, sino que también posee unos conocimientos acerca de la música popular del siglo XX que suele emplear en sus trabajos (aunque también es verdad que estos proyectos no suelen ser de la saga Zelda, donde se suele ceñir a un registro algo más elaborado en cuanto al número de instrumentos empleados, así como la estructura utilizada). En este caso el tema destinado para las mazmorras no es más que una alteración de April de la banda Deep Purple (incluso podemos observar cómo hay un pequeño puente instrumental donde se hace uso de la misma melodía, como podéis comprobar en el minuto 2 de la canción que os dejamos aquí abajo).

Por supuesto, te invitamos a seguir escuchando la canción, que es sin duda una gran composición que deja claro que Deep Purple no es sólo Smoke on the Water (siento decepcionar a alguno).

Pieza 4: Ending

Esta será la última de las canciones a analizar. Quizás la he dejado para el final porque es probablemente la más olvidada de todas las que hemos hablado y sin embargo emplea una melodía muy interesante, donde una vez más Koji Kondo nos muestra cómo sus inclinaciones musicales van en dirección al impresionismo, donde este tema está a caballo entre la alegre música que el propio autor compuso para trabajos como Super Mario Bros. y la obra de músicos como Déodat de Séverac (contemporáneo a dos autores ya mencionados anteriormente: Ravel y Debussy. ¿Casualidad? Para nada, puesto que la corriente musical sobre la que desarrollaron el grueso de su obra fue la misma, guardando además gran flexibilidad a la hora de introducir elementos musicales hasta el momento desprestigiados o simplemente obviados).

Sobre cómo se desarrolla la canción, Kondo ha optado por algo simple a la par que efectivo: Ha hecho uso de dos líneas musicales, una para los sonidos graves (los bajos, que dan cierta estabilidad a la par que ritmo) y otra para los agudos, donde (como era de esperar) ha introducido la melodía principal.

En definitiva, si bien la soundtrack de este juego no es lo mejor que puede ofrecer Zelda (en especial debido a las limitaciones técnicas de la consola a la que estaba destinada), no hay duda que su compositor apuntaba maneras, siguiendo un estilo que iría perfilando título a título, hecho que podremos ver en los siguientes artículos.

¿Qué te ha parecido? ¿Piensas que nos hemos dejado algo en el tintero? ¡Danos tu opinión!

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