Es una práctica común desarrollar una parcela del mapa como terreno jugable, y en torno a ello, construir el mundo del juego para que el jugador se desplace. Tras ver el mapa entero, seguramente te darás cuenta de que ya lo has visto todo y que más allá no hay nada, ¿verdad?
En Breath of the Wild, la cosa no parece ser así, pues recientemente Orcastraw, un speedrunner del título, ha conseguido lanzar a Link a los confines de los cielos por medio de programas nada oficiales y ha descubierto, al igual que todos nosotros, que Hyrule está ubicado en un mundo (que según Miyamoto es La Tierra) plenamente esférico, algo que bajo el razonamiento humano ya está más que asentado, pero que dentro del terreno de los videojuegos es una práctica ciertamente inusual. A continuación el hallazgo:
the earth is round in breath of the wild pic.twitter.com/CeHRAleTJE
— Kaitlyn (@orcastraw) February 21, 2018
Tras su asombro, el juego se cuelga, pero la maravillosa imagen permanece en nuestras retinas. Es increíble lo que Breath of the Wild, a día de hoy, casi un año después, sigue ofreciendo.
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Es simplemente la skybox de las nubes del juego. Aun así queda bastante curioso.