Antes de convertirse en el mítico cartucho dorado para NES que recordamos en occidente, The Legend of Zelda apareció en Japón, en febrero de 1986, en formato de diskette.
Se trataba de un disco magnético amarillo para el Famicom Disk System, un accesorio que se acoplaba a la consola de 8 bits Famicom (la versión japonesa de la NES) que podía comprarse en dos formatos: el juego directamente, o la versión barata, que consistía en llevar tu disco grabable a uno de los kioskos de Nintendo, introducir el disco en las máquinas de registro, y por un precio más asequible te lo grababan en el disco, entregándote la caja con el libreto de instrucciones y las pegatinas para el diskette.
Este formato en disco magnético permitió cosas que los cartuchos de juego no hacían por aquel entonces, como guardar la partida o permitir juegos más extensos (aunque más adelante los cartuchos aumentaron sus chips de memoria y dispusieron de una pila para grabar partidas), lo que posibilitó que apareciese un juego como The Legend of Zelda, que revolucionó los juegos de aventuras tal y como se conocían en los años 80 y sentó las bases de muchos de los títulos actuales dentro de esa categoría.
La publicidad, concretamente en su vertiente audiovisual (anuncios de TV) suele ser un medio que envejece muy mal porque se crea bajo la premisa de ser interesante para el público al que se dirige, es decir, a la gente que vive en una época concreta. Además, diferentes mercados utilizan diferentes estrategias y lo que en una parte del mundo parece normal, o incluso muy atrayente, en otra puede parecer ridículo o en absoluto interesante, debido a las diferencias culturales. Bajo ese prisma os ofrecemos estos dos anuncios, para el mercado japonés de los años 80.
El primero es un reportaje de presentación del hardware Famicom Disk System, y de uno de sus juegos de lanzamiento, The Legend of Zelda: Hyrule Fantasy, en el que incluso vemos un segmento animado en el que explica la historia del juego a modo de presentación.
El otro es el anuncio para TV de The Legend of Zelda para FDS, en el que el propio Link le dice a los histriónicos jugadores que son muy malos jugando porque le han matado en una mazmorra.
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