La balada de los elegidos: ¿expectativas demasiado altas?

Hace unos pocos días gracias a la Japan Expo de París, así como a las cuentas de Twitter de Nintendo, pudimos saber algunos detalles del próximo DLC de Breath of the Wild: la balada de los elegidos. Bien es cierto que, las declaraciones de Aonuma sobre que en el DLC jugaremos como Link son de lo más lógicas y no resultan ninguna sorpresa; hace bien en resaltar dicho hecho, pues muchos son los fans que ya estaban soñando con controlar a Zelda o a los campeones -entre los que yo mismo me incluyo-. Fuera de eso, también pudimos saber que habrá más contenido adicional del tipo que nos ha ofrecido «las pruebas legendarias». Me refiero a nueva indumentaria, aunque por ahora solo se ha confirmado la camiseta azul de la langosta que Link vestía en The Wind Waker.

Sin embargo, lo realmente interesante de esta información por goteo es un vídeo de unos 17 segundos que pudimos ver en Twitter. El vídeo, aunque realmente corto, nos muestra un escenario bastante interesante en el que predomina un personaje: la princesa Zelda. Bien es cierto que el vídeo no confirma ni arroja ningún tipo de luz sobre el contenido que podemos esperar de esa expansión de la historia. Pero, un servidor, no puede evitar hacerse ciertas preguntas o ideas.

Analizando detenidamente esos 17 segundos de metraje, inicialmente, vemos a la princesa Zelda acompañada de dos caballeros de Hyrule -que seguro que no son Link- avanzando a través de un paso nevado. También se puede ver una estructura ancestral que parece corresponder a un santuario. Sinceramente, desconozco a ciencia cierta qué lugar del juego es en concreto. Pero, pensándolo fríamente, tiene toda la pinta de ser el paso que lleva a la zona de entrenamiento orni. ¿Por qué tenemos a Zelda dirigiéndose hacia este lugar? Es una pregunta que me encargaré de responder un poco más adelante en este artículo.

Sea como sea, la siguiente escena y final nos vuelve a mostrar a la princesa Zelda, ahora en la sala del trono de las Gerudo. Zelda, en una posición de lenguaje inferior al trono de las Gerudo, está frente a un personaje que nos tapa y que no podemos definir. Lo más lógico es pensar en Riju. ¿Qué demonios? Es la matriarca, la que se debe sentar ahí. Pero, tal vez, no lo sea. Quiero decir, Riju es la matriarca en el presente, pero… ¿Y si no estamos en el presente?

Os recuerdo que esta historia recibe el nombre de «la balada de los elegidos», ¿qué tal si la que está en el trono es una tal Urbosa? Quiero decir, Urbosa no era matriarca, pero sí una elegida, respetada y venerada por las miembro de la raza gerudo. Tiene una posición más que sobrada para ocupar ese asiento. Además, de la imagen me llama la atención otros dos detalles. Primero, que si fuese Riju, junto a ella en posición frontal a la cámara, siempre hay una guardia. Una que conocemos como «Adine». Pero, en esta situación, no parece estar ella. Adine es un personaje que destaca mucho más físicamente, o esa impresión me da. Es más, hay dos guardias en lugar de una. Por no hablar de que junto al altar está el casco del trueno, objeto que si te esfuerzas un poquito podrás hacer que forme parte de tu inventario. ¿Y si el jugador lo tiene, en teoría, qué demonios hace ahí?

Como aliciente, las ropas de Zelda, que son ropas que enfatizan un contexto real, solo se las vemos en el pasado. Además, la luz de santuario que vemos en un inicio es de color naranja, señal de que no ha sido completado. Podría ser que el héroe no tiene esa función todavía. También es verdad que si estamos en el pasado no debería estar activado, pero mejor no entrar en este derrotero. El otro detalle que también quiero añadir es el hecho de dos soldados que escoltan a Zelda. La guardia de Hyrule como tal ya no existe en el presente Breath of the Wild. Aunque bueno, siempre puede renacer. No es muy difícil. De todos modos, son detalles que quería mencionar.

Dicho esto, a mí me da la espina de que esta escena pertenece al pasado. Es una escena más atrás incluso del primer recuerdo, antes de que la princesa Zelda nombrara caballero a Link. Llegando a esta conclusión, puedo imaginar que la primera escena de Zelda yendo a la zona de entrenamiento se trata del momento en el que ella va en busca de Rivali. Es bastante probable que estas imágenes correspondan a los nombramientos de ambos personajes como elegidos. Y de ser esto verdad, la pregunta inevitable que me hago es: ¿de ser el pasado, es una parte jugable o un recuerdo?

Tristemente, diría que un recuerdo porque, ¿cómo sino vamos a interactuar con los campeones? Ese es el mayor enigma que envuelve a este nuevo DLC. Está claro que se centrará en los campeones, en su trasfondo, ¿pero cómo nos van a hacer llegar a él? Quiero decir, Daruk, Mipha, Rivali y Urbosa han fallecido en el presente. ¿Cómo haces que el jugador ahonde en la historia de unos personajes que ya no están? Una de dos: a través de terceros que saben sobre ellos, o reviviendo el pasado. Es aquí que se me ocurren dos mecánicas posibles para el DLC:

En una primera, en el presente y por medio de objetivos que vamos recibiendo de la princesa Zelda, en la piel de Link tendríamos que resolver ciertos problemas que afligen a las razas de los campeones. Aquí volverían a entrar en escena los herederos de los elegidos: Yanobo, Sidon, Teba y Riju. Junto a ellos, superaríamos esos obstáculos y así sabríamos más sobre sus antecesores. Es más, puede que el objetivo sea ayudarles a aprender a manejar las bestias y alcanzar las habilidades que mostraron los anteriores domadores. Y que, en todo este proceso, desbloqueemos más recuerdos. También puede que para desbloquear esos recuerdos la figura de Nyel sea necesaria.

Tengo que insistir en los recuerdos, muy a mi pesar, porque es la mecánica más fácil que puede usar Nintendo. Al utilizar el comodín del recuerdo se ahorran todo un problema en cuestiones de linealidad -algo completamente en contra de la filosofía del juego- así como unos cuantos dolores de cabeza. Es lo más fácil y eficaz. Más que nada porque, la otra mecánica que se me ocurre para dar salida a una interacción con los elegidos y su historia, es ir hacia donde ellos están vivos, es decir, el pasado. Y aunque la idea de ir al pasado es muuuy atractiva y tiene un potencial descomunal, no creo que Nintendo se complique la vida de esa manera para un simple DLC.

Me explico: si Nintendo nos ofrece ir al pasado de Breath of the Wild, se están viendo obligados a reconstruir todo un Hyrule. Y no uno cualquiera, el más grande de todos los que han diseñado. Imaginad cuan costoso debe de ser simplemente diseñar toda una ciudadela de Hyrule que fue reducida a escombros. Eso por no hablar de las otras muchísimas ruinas que vemos a lo largo del juego, desde poblados y ranchos hasta cuarteles y defensas de los hylianos. Es una locura.

Se me ocurre que para evitar un exceso de trabajo, Nintendo solo nos permita visitar zonas reducidas del pasado. En plan, un perímetro donde desarrollar la acción. Pero esta limitación choca contra la idea de libertad y exploración absoluta del juego. Simplemente, no lo veo.

Es por eso mismo que visto el tiempo del que disponen y el contenido hasta ahora mostrado, seguramente vuelvan a apoyarse en recuerdos para ofrecernos una vista de aquellos que ya no están. Ojalá me equivoque, pero tiene toda la pinta. Y el que incluyan novedades como el atuendo de la langosta solo confirma mis sospechas. Suena a: «tenemos que rellenar el contenido porque lo que estamos haciendo puede quedarse en poco». Llamadme aguafiestas, pero es lo que me transmite a día de hoy.

¿Y qué hay de los amiibo? Dudo que tengan un significado importante realmente. Simplemente, otra parte de merchandising. Es más, apostaría a que lo más atractivo de los amiibo es que podrás obtener las armas de los campeones sin tener que molestarte en encontrar un diamante en el juego para volver a forjarla.

Sin embargo, aún me queda la esperanza de que Nintendo nos permita interactuar con la princesa Zelda de una manera mucho más libre y atractiva. De vivir una aventura junto a ella. Pues aquí sí que no tienen ningún tipo de impedimento. Aunque, como siempre digo, solo soy un fan más que puede equivocarse perfectamente.