En una reciente entrevista del magazine digital Gamerant, Hidemaro Fujibayashi, director de Breath of the Wild, ha hablado sobre la posición cronológica que ocupa el juego.
Tiene lugar en una era muy, muy alejada de los títulos lanzados hasta ahora. Y por esto creemos que los jugadores tendrán un mayor inmersión en el juego. Por supuesto, independientemente del periodo temporal, la historia sucede en Hyrule, así que para aquellos que han jugado otros títulos de la serie habrá un montón de lugares reconocibles que disfrutar.
En su momento, Eiji Aonuma declaró que Breath of the Wild iba después de Ocarina of Time, acotando de este modo su posición en la cronología. Pero esa posición era lo suficientemente ambigua como para que se hayan escrito teorías, especulaciones y conclusiones basadas en deducciones y datos tan poco empíricos como el color del pelo de Link o sus patillas.
Nadie ha descubierto su posición en la cronología, sencillamente porque hasta que no sea Nintendo la que lo publique (sea a través de Internet como ocurrió con A Link Between Worlds o TriForce Heroes, o mediante un libro tipo Hyrule Historia) cualquier ubicación del juego en alguna de las líneas temporales no es más que pura suposición. Ya os hablamos de esto en un interesante artículo.
Con estas últimas declaraciones, Fujibayashi ha dejado claro que aquellos que lo ubicaban antes de cualquier otro juego, sea de la rama temporal que sea, se equivocaban. Breath of the Wild ocurre en lo que podríamos considerar “el futuro” de la saga Zelda, y de hecho en el juego ya se nos explica que las leyendas de Hyrule se remontan a 100.000 años atrás.
El último juego de la saga va al final de todo, justamente lo contario que Skyward Sword, la última entrega de sobremesa, convirtiéndolos en cierto modo en polos opuestos, tanto en su posición cronológica, como en su planteamiento de juego, mecánicas, etc. ¿Y dónde va exactamente Breath of the Wild? Pues según Nintendo, es el último juego de la cronología. Sobre la línea temporal a la que pertenece, o incluso si crea una nueva unificando las tres anteriores (una teoría popular en algunos foros), la Gran N tiene la última palabra, y hasta que no se pronuncie, todo lo demás es fantasía.
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