¡Hola queridísimos Zelbaes! Bienvenidos otra vez a la sección semanal donde entrevistamos a cosplayers zelderos para que le deis un poquito de amor, porque lo merecen y podáis conocerlos mejor.
Hoy tenemos la alegría de presentaros a la maravillosa Sapphire Cosplay, de Barcelona, quien destaca muchísimo por sus acabados a la hora de detallar sus trajes y a quien agradecemos su tiempo por dejarse entrevistar por nosotros.
1) ¿Cuándo comenzaste a jugar a Zelda y cuál es tu juego favorito de la saga?
Bueno, la historia de cómo empecé a jugar a The Legend of Zelda se remonta a cuando tenía unos cuatro o cinco añitos (actualmente tengo 22) y fue por pura casualidad. Mi tío siempre ha sido una persona amante de los videojuegos y por aquel entonces, no recuerdo por qué, decidió regalarme su Super Nintendo con algunos juegos que tenía. Entre los cartuchos que me dio, como “Super Mario World” o “Astérix y Obélix”, el único que venía en su caja era “The Legend of Zelda A Link to the Past” y creo que eso hizo que me llamara más la atención, por lo que lo empecé a jugar de forma más frecuente que el resto. Aún a día de hoy conservo la partida que creé de pequeña con mi nombre escrito en mayúsculas ¡pobre Link, tardé años en conocer su nombre verdadero! Y lo que más me sorprende incluso ahora es la facilidad con la que avancé en la trama siendo un juego íntegro en inglés, la curiosidad podía conmigo.
¿Mi juego favorito? ¡Pregunta complicada! Así de primeras diría que el mismo “A Link to the Past” por esos recuerdos de nostalgia que me trae y por ser mi primer Zelda, pero las siguientes entregas me han aportado muchísimas cosas que también valoro, lo que dificulta todavía más mi decisión. Es arriesgado pero me quedaré con el primer impulso del corazón y diré que “A Link to the Past”, sin olvidar eso sí bellezas que me enamoraron locamente como “Link’s Awakening”, por el cual todavía hoy lloro recordando su historia, o el ya conocido “Ocarina of Time” y sus entrañables personajes.
2) ¿Cómo desarrollaste tu amor por la saga?
Creo que mi amor por la saga es debido a todas las casualidades que han ido sucediendo a lo largo de mi vida y que me han llevado a encontrarme una y otra vez con estos juegos. Como ya he explicado mi primer contacto con “The Legend of Zelda” fue de muy pequeña gracias a ese extraño arrebato que le dio a mi tío para regalarme su Super Nintendo con todos los juegos, entre los cuales estaba “A Link to the Past”. Años después, cuando salió a la venta la Game Boy Color y mis padres decidieron regalármela (tras muchos llantos y súplicas, todo hay que decirlo) el destino decidió volverme a cruzar con el universo de “The Legend of Zelda”, esta vez con el título “Oracle of Ages”. Era mi cumpleaños, mi abuela quiso regalarme un juego para la “dichosa maquinita” y fue cuando casualmente lo vi, reconociendo al instante el logo de la saga que tanto me había entretenido de pequeña, por lo que decidí que se tenía que venir a casa conmigo. A partir de aquel momento empecé a entender mejor la saga y a preguntar a mis amigos si la conocían o si tenían alguno de los títulos. Fue entonces cuando probé otras entregas como “Ocarina of Time” o “Wind Waker”, los cuales no pude jugar en su totalidad hasta tiempo después por no tener la “Nintendo 64”. También descubrí en la NES que conservaba mi padre de cuando era joven que entre todos los juegos que había se encontraba el “The Legend of Zelda” original, el cual no se convirtió en mi primer Zelda por puro azar del destino. Tras todo esto y con el paso del tiempo fui jugando al resto de títulos de la franquicia hasta el día de hoy, donde me encuentro como muchos otros fans poniéndole velitas a la WiiU esperando ansiosamente el nuevo “Breath of the Wild”. Aun así creo que el motivo principal de mi amor por la saga es el haber conocido a más gente que también la ama, hace algún tiempo entré en un rol de twitter sobre “The Legend of Zelda” y allí conocí a muchísimas personas enamoradas de Link y sus aventuras, del mundo de Hyrule y de las fantásticas historias que nos cuenta Nintendo entrega tras entrega. Poder compartir algo que te gusta hace que sea todavía más especial.
3) ¿Qué tuviste en cuenta cuando elaboraste tus cosplays y qué te impulsó a hacer esos cosplays?
Siempre que hago un cosplay procuro que sea sobre un personaje con el que me sienta cómoda, que me guste y me atraiga. Estos valores se pueden aplicar tranquilamente a trajes como el de Malon (Ocarina of Time), Zelda o Marin (Link’s Awakening), los cuales son personajes femeninos de la saga a los que les he cogido un cariño especial. Por otro lado está el caso de Birova (Ocarina of Time), este fue un cosplay que hice principalmente a modo de reto conmigo misma ya que tanto su “cabello” como el tono de su piel me supusieron un auténtico dilema del cual creo que salí bastante airosa. Aun así cada uno de ellos tiene tras de sí un por qué y una historia, por lo que creo que es mejor tratarlos de forma algo más individual
El primer traje que hice de la saga fue aunque suene extraño el de Birova. Una villana de mazmorra que no tiene ni tan siquiera diálogo en ninguna de las entregas donde aparece… ¿Rara forma de empezar a hacer cosplays de “The Legend of Zelda”, verdad? Pero su diseño me resultaba fascinante, quiero decir, es extravagante y elegante a la vez, ideal para hacer un traje llamativo y espectacular. Como ya he comentado anteriormente Birova supuso en aquel entonces todo un reto, su cabello de hielo y fuego resultó ser casi una obra de ingeniería para mi yo de hace cuatro años y más partiendo de que hacía poco tiempo que había entrado en el mundo del cosplay. Aun así, con todos los dolores de cabeza que me dio, me ayudó muchísimo a introducirme en temas como el maquillaje corporal, la caracterización y el uso de materiales hasta entonces desconocidos para mí como el alambre. Fue un desafío muy instructivo.
Birova – Ort i Bes Photo
En el caso de Malon, aunque es un personaje secundario del videojuego “Ocarina of Time” no pude evitar sucumbir a su encanto y rápidamente se convirtió en una figura la cual adoro y adoraré siempre. Su diseño, su dulzura… todo de ella me enamoraba y no pude evitar caer en la tentación de hacer un cosplay. Otro factor que hizo que saltara a la piscina fue que Malon era mi personaje en el rol de twitter donde participaba, por lo que sentía un vínculo todavía más fuerte con la entrañable granjera. Disfruté muchísimo cosiendo aquellas prendas y la verdad es que es un cosplay que a día de hoy me gusta llevar a algunas convenciones, me siento muy cómoda siendo ella
Zelda creo que ha sido el traje al que más ilusión le he puesto y con el que más he llegado a sufrir. Inicialmente nuestra querida princesa nunca formó parte de mis planes de cosplay, no sabría decir un porqué exacto pero digamos que he tenido mis rifirrafes con ella a lo largo de la saga. Quienes me convencieron para hacerlo fueron mi pareja y un precioso fanart que encontramos en DeviantArt de Link y Zelda versión Japón feudal (no podíamos hacer cualquiera de los diseños canónicos, no). Eran unas vestimentas fantásticas que nos permitieron hacer unos trajes únicos y con muchos, muchísimos detalles y referencias a varios videojuegos. Finalmente, aunque partimos de una ilustración concreta, dimos rienda suelta a nuestra imaginación y creo que fue esa ilusión por proyectar ideas propias la que logró tirar el proyecto adelante y convertirse en uno de los cosplays de los que más orgullosa me siento.
Para acabar, y sin ser menos importante, está el cosplay de Marin. Se podría decir que fue el amor que este personaje me inspira y lo olvidado que está actualmente los factores que me llevaron a la necesidad de hacer un traje de ella a modo de homenaje. Aunque no es uno de mis primeros Zelda, Link’s Awakening es sin duda alguna la historia de amor más bella que ha tenido jamás esta saga, logrando hacerme llorar cada vez que escucho “La balada del Pez Volador”. Dulce, entrañable, repleta de bondad… Marin transmite por sí misma toda una serie de valores capaces de enternecer el corazón del jugador, sentí la necesidad de recordarla y darle vida de nuevo para que no cayera en el olvido ¿Muy poético, verdad? Este es quizá el cosplay por el que más me he dejado llevar a nivel sentimental y emocional. ¡Si todavía no habéis jugado a esta joya, no esperéis más!
4) ¿Cuánto tiempo te llevó la confección de los trajes, las armaduras y los props y qué detalles te gustan más de éstos? ¿Hay algo que quieras destacar de tus cosplays?
Cada traje es un mundo pero por norma general cuando me pongo a trabajar en un proyecto lo hago de forma intensiva, por lo que la durada de su realización no suele pasar de los 6 meses aproximadamente. Siempre suelo empezar por la parte de confección y costura y una vez terminado esto me dedicó completamente a lo que son accesorios, props, peluca y maquillaje. A modo global diría que todos mis cosplays están hechos con mucho amor, cariño y paciencia, pero creo que eso es algo que compartimos todos los cosplayers cuando nos aventuramos en un nuevo traje. Quizá sí apuntar en que soy bastante quisquillosa con los detalles, aunque no se vean a simple vista o sean minucias sin importancia deben estar presentes y tener una calidad al nivel del resto del conjunto, por lo que invierto mucho tiempo en ellos.
En el caso de Birova tardé más o menos unos 5-6 meses en tenerla totalmente acabada. La parte de la vestimenta puramente dicha no me resultó muy laboriosa (ya que las prendas que lleva son bastante sencillas) pero, como he apuntado con anterioridad, a lo que dediqué más tiempo fue sin duda al problema del cabello. Pasé varios días recortando tiras y tiras de tul de diferentes colores y tonalidades para así emular el fuego y el hielo de sus coletas, creo que usé casi 6 metros de tela para cada una. Además de eso tuve que idear un casco de alambre que incluyera los dos coleteros de goma eva, el cristal de la frente y que además pudiera aguantar toda esa cantidad de tiras de tul. Sin lugar a dudas ese “pelo” fue la clave y el toque definitivo del cosplay, creo que si no le hubiera dedicado todos aquellos meses de estudio el resultado del conjunto habría sido muy diferente. Aún hoy lo guardo como oro en paño.
Malon, en cambio, resultó ser un traje mucho más sencillo y solo me llevó unos 3 meses aproximadamente en tenerlo al 100% acabado. Podría hablar de las plantillas que usé para hacer todos los estampados o de las horas que le dediqué al motivo del delantal, pero si he de destacar mis detalles favoritos de este cosplay voy a decir sin dudarlo que son el flequillo de la peluca y el bote de leche Lon Lon. Acerca del flequillo diré que básicamente me encontré en la encrucijada de hacer una front lace, que es un tipo de peluca que simula el nacimiento del pelo de forma natural, sin tener presupuesto suficiente para comprar una. Tras indagar por internet días y días finalmente encontré un tutorial fantástico que explicaba cómo simular un nacimiento de cabello en la frente con una peluca normal usando simplemente goma eva, cola blanca y un poco de pelo de la propia peluca. Aunque fue arriesgado logré salir del paso, convirtiéndose esta en mi primera peluca “estilizada” con todas las letras. Lo del bote de leche Lon Lon fue más bien toda una serie de experimentos caseros con varios productos para lograr crear una sustancia que se pareciera a la leche tanto en color como en textura. Tras varios intentos fallidos de consistencia desagradable al fin logré obtener el resultado buscado ¿la clave? Mezclar suavizante de pelo Pantene (no lo intentéis con otro, el resultado difiere muchísimo) con un pelín de agua.
Malon – Ender Photography
Con Marín me pasó lo mismo que con Malon, su realización no se alargó más de unos 3 meses, además me coincidió con la temporada de verano por lo que tenía mucho más tiempo para dedícame al traje. ¿Qué destacaría del traje de Marin? Las cenefas doradas y todo el trabajo que supusieron. Ya había realizado cenefas y estampados en trajes anteriores y sabía cómo quedaba la pintura textil dorada sobre tela, aunque el resultado siempre había sido óptimo en este caso era un recurso que no me parecía muy adecuado. Si recordamos el diseño del personaje lo que más destaca son la tira inferior del vestido con motivos redondeados y las franjas de las mangas con formas picudas, tenía que lograr destacar aquellas partes del conjunto por lo que opté por cortar las piezas y coserlas, todo un trabajazo. Debido a lo fino que era el borde terminé por coser completamente a mano más de 3 metros de cenefa dorada, así que básicamente las destaco por todo el sudor y lágrimas que invertí en ellas.
¡Oh, casi me olvido de las plumas! A pocos días del evento me entretuve en pintar a mano toda una serie de plumas blancas como si fueran de gaviota, quería darlas a todas aquellas personas que recordaran al personaje a modo de presente por no olvidarla. Sé que no es algo que requiriera de una gran elaboración, pero los momentos tan entrañables que pasé gracias a ellas junto a fans de la saga hacen que se merezcan un lugar muy, muy destacable.
He decidido dejar a Zelda para el final porque, como ya he dicho, fue un cosplay que se convirtió en puro sufrimiento. A diferencia de los demás en este invertí una mayor cantidad de dinero y tiempo, tardando más de un año en lograrlo tener acabado. Tiene muchísimos detalles por todas partes, escudos, símbolos, metros y metros de encaje… pero si tengo que quedarme con mi parte favorita elegiría la cinta voladora. Me decanto por ella por la cantidad de sorpresa que generó en la gente cuando la vieron, preguntándome una y otra vez cómo se sujetaba tan bien en el aire. Decir que era simplemente alambre y cartón metido a presión dejó a más de uno boquiabierto, jamás pensé que una solución tan improvisada (porque a pocos días del evento la presión te hace cometer locuras) sería tan eficiente.
5) ¿Qué es lo que más te gusta de The Legend of Zelda?
Hay muchos aspectos que me gustan de la saga “The Legend of Zelda”: los personajes, las historias, el mundo de Hyrule… pero un factor para mi clave e imprescindible es su música. Si me hubiera formulado esta pregunta hace un par de años probablemente habría respondido algo distinto, pero después de asistir al concierto “The Legend of Zelda: Symphony of the Goddesses” afirmo con claridad que mi aspecto favorito es su banda sonora. Hasta entonces las canciones eran bonitas melodías que te acompañaban durante el viaje, música que rápidamente empezabas a tararear y memorizar a medida que avanzabas por la aventura. Pero es curioso como cuando las sacas de ahí, de ese contexto de juego, no pierden en absoluto calidad sino que ganan un poder increíble capaz de hacerte recordar.
Escuchar de nuevo cualquier canción de cualquier Zelda es transportarte a un momento concreto, ya sea de desesperación porque el templo del Agua parece no acabarse nunca, de la más pura felicidad y ternura cuando te reencuentras con Malon o de tristeza y dolor al despedirte de Midna. Es en ese instante cuando te das cuenta de que la aventura del héroe del tiempo también ha sido la tuya durante todos estos años, que sus recuerdos son también tus recuerdos y de que esas canciones no son simples melodías que te acompañan, sino que ya son parte de ti y tu propia historia.
Marin – Kira Ryûzaki Cosplay/Photo
6) ¿Cuál es tu personaje favorito de la saga?
Y de nuevo una pregunta difícil. Creo que en mis anteriores respuestas se ha podido entrever que tiendo a hacer cosplay de mis personajes favoritos, por lo que queda bastante claro hacia cuáles siento cierta debilidad. Aun así y sin intentar sonar arquetípica diré que Link es sin duda alguna el rey de este ranking de favoritismo ¿Por qué? Muy fácil, porque tú eres él todo el tiempo. Es el personaje con el que más tiempo pasas, con el que más sufres y con el que vives las mayores alegrías. Si es bien sabido por todos que no es un héroe de muchas palabras sus gestas y sonidos hablan por sí mismos.
No sé vosotros pero en mi caso, jugando a juegos como “Ocarina of Time” y “Wind Waker”, sufría muchísimo cada vez que Link se caía o se hacía daño, lo vivía en primera persona. Incluso en “Skyward Sword” lo pasaba mal caminando o saltando de un lado para otro en Altárea porque eran lugares muy elevados y llegaba a reflejar en Link mi propio miedo a las alturas. Creo que llega un punto después de jugar y jugar entrega tras entrega que este joven héroe del tiempo pasas a ser tu mismo, algo que automáticamente le convierte en un personaje muy especial por encima del resto.
7) ¿Elaboras y confeccionas los cosplays y props tu sol@?
Siempre intento hacerlo todo por mí misma y proponerme nuevos retos y objetivos, después de todo el trabajo cuando al fin ves el cosplay acabado te sientes orgullosa de ti misma. Aun así muchas veces recurro a la sabiduría de otros cosplayers para resolver dudas, acostumbro a ver tutoriales antes de dar un paso adelante en materia nueva y muchas veces cuando me planteo hacer un traje concreto busco otras personas que lo hayan hecho antes para ver cómo han resuelto posibles problemas o cómo se han planteado algunas piezas, detalles, accesorios… Lo bueno del mundo del cosplay es que a la gran mayoría les gusta compartir sus procesos, explicar algunos truquillos o técnicas que emplean entre otras cosas para así poder ayudar y/o dar ideas a otros cosplayers que se encuentren en una situación parecida.
Zelda – Josep M. Montserrat Ribes
También he de confesar que hay cosas que las compro en tienda o de segunda mano, especialmente los zapatos, algunas flores y ciertos accesorios, pero siempre acostumbro a modificarlos y darles retoques para obtener así el resultado final que quiero acorde al diseño del personaje. Muchas veces comprar estos elementos ahorra una gran cantidad de tiempo y no creo que en ningún caso devalúen el trabajo y el cariño que hay tras un traje. Como bien dice la palabra “cosplay” no se trata sólo de hacer un trabajo manual desde cero, también hay un trabajo detrás de caracterización y representación del personaje y, sobre todo, de disfrutar y pasarlo bien.
8) ¿Tienes pensado hacer más cosplays de The Legend of Zelda?
¡Por supuesto que sí! Para empezar ya hace algún tiempo que me estoy planteando de arreglar el traje de Birova, tiene ya sus años y con la de cosas que he aprendido durante este tiempo creo que puedo mejorarlo bastante, pero sobre todo lo que más quiero hacerle es ponerle luces led en el fuego y en el hielo ¡Un nuevo reto! También me gustaría poder acabar un traje que empecé tiempo atrás y que el pobre no vio nunca la luz por mi falta de experiencia, me refiero a Link de “A Link to the Past” del cual solo he de acabar el emblemático escudo y la espada. Por supuesto será un Link con el pelo rosa como en el juego. Además pronto (si Nintendo quiere) tendremos el nuevo “Breath of the Wild” y con el nuevos personajes y diseños fantásticos que esperan a cosplayers atrevidos que les den vida.
9) ¿Qué parte de hacer cosplay te gusta más y por qué?
Bueno, siendo muy sincera, es verdad que se disfruta mucho haciendo el traje y los accesorios pero no nos engañemos, también es bien cierto que hay momentos en los que lanzarías la máquina de coser por los aires de la desesperación. Hacer un cosplay es gozo y sufrimiento a partes muy iguales, pero todo esto se ve recompensado cuando llega mi parte favorita del proceso, el primer test. Quizá te falta algún que otro detalle, quizá la sombra de ojos que usas no es la más adecuada… pero cuando te haces esa primera selfie o foto con todo puesto y realmente te ves siendo el personaje que querías, ese momento es indescriptible. Adoro la sensación de felicidad y emoción que te invade cuando al fin puedes apreciar en su totalidad el resultado de tanto esfuerzo y dedicación.
10) ¿Qué le dirías a un fan de la saga que quiere pero no se atreve a hacer cosplay?
Que sólo necesita dos cosas, ganas e ilusión, y que si tiene ambas ya está tardando en empezar a hacerse un traje de su personaje favorito. Entiendo que al principio puede dar miedo, sobre todo cuando empiezas a buscar imágenes de otros cosplayers y ves trajes y caracterizaciones preciosas. En ese momento piensas que tu traje nunca estará a ese nivel y que probablemente tu resultado sea pésimo pero eh, respira, si lo haces no debe ser para ganarte el favor de nadie, si lo haces debe ser para hacerte feliz a ti mismo y disfrutarlo a más no poder.
Nadie empieza sabiendo, eso es una verdad indiscutible, y todos hemos tenido que aprender a coser y a hacer muchas otras cosas. Internet es una gran fuente de sabiduría, no dudéis en preguntar, buscar, mirar… lo bonito muchas veces no es hacer las cosas perfectas a la primera, sino equivocarse y aprender, y una vez que sabes poder ayudar a otros. Fuera los miedos, fuera los complejos, si uno quiere puede hacer lo que se proponga. Desde mi propia experiencia diré que cuando acabé el traje de Malon estaba completamente aterrorizada, uno de mis mayores complejos es tener muchos lunares en la cara y claro ¿dónde se ha visto una Malon con lunares…? Pero aquel personaje me gustaba, el traje al que le había dedicado tantas horas me gustaba, no podía dejar que mis miedos me invadieran y lo echaran todo a perder. Me armé de valor y salí, y no os podéis imaginar lo que disfruté y sigo disfrutando a día de hoy de ser Malon cada vez que visto ese cosplay. Al final los miedos son solo cosa de uno mismo.
Así que animaos, intentadlo, el fracaso no es una posibilidad cuando haces algo que te gusta porque disfrutas cada segundo que le dedicas. Sed vuestro personaje más querido y gozad de la experiencia porque de verdad que vale muchísimo la pena.
Bueno, Zelbaes, ésta semana ha sido el cumpleaños de esta maravillosa cosplayer, así que os dejaré por aquí sus redes sociales para que vayáis a felicitarla:
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